jueves, 6 de octubre de 2011

Palabras negras

Hombres que se matan entre sí en guerras absurdas; bombas que destrozan ciudades enteras; luchas de poder; políticos corruptos; oro negro que provoca la muerte entre los hombres; armas, fuego, el hombre contra el hombre; el dinero, los mercados, el hambre, la sed; niños muriendo; madres matando; padres violando; mujeres degradadas; valores perdidos...
Muerte, dolor, destrucción, crisis, crisis, crisis.
Palabras siniestras, oscuridad por todas partes. Veo los telediarios cada día, con la esperanza de vislumbrar un mundo mejor, pero solo escucho sombras.
¿Qué clase de mundo les espera a nuestros hijos? ¿Es que no hemos tocado ya fondo? ¿Qué mundo vamos a dejarles?
Esto tiene que empezar a cambiar.
Si el ser humano es capaz de algo, es de cambiar, y ahora debemos hacerlo.
Si conseguimos sacar de la tierra a 33 personas a las que se daba por perdidas, si podemos hablar en tiempo real con alguien que se encuentra a miles de kilómetros, si podemos hacer que nuestra huella llegue a la Luna, ¿por qué no podemos solucionar esta situación?
Podemos, y debemos hacerlo. Porque si no, no habrá nada que dejarles a nuestros hijos. Y no sé ustedes, pero yo quiero que mis hijos vivan en un mundo mejor que el mío.