domingo, 22 de mayo de 2011

SER HUMANO ES COMPLICADO

Ser un perro tiene sus ventajas. Solo tienes que preocuparte porque alguien te dé de comer, te saque varias veces al día a hacer tus cosas, y de vez en cuando, tratar de pescar algo en el suelo de la cocina.

Aunque si eres un perro guía, también tienes algunas responsabilidades, como llevar a tu dueño sano y salvo al trabajo, acompañarle hasta la parada del autobús, ayudarle a encontrar el paso de peatones, llevarle hasta el otro lado de la calle, y esas cosas. Pero en general es una vida muy cómoda. Básicamente, lo único que hay que hacer es portarse bien, no comer nada del suelo, ni por la calle, aunque te lo ofrezca un señor amablemente en el bar. Hay que portarse bien, y si haces todo lo que te dicen, luego te dejan dormitar tranquilamente la mayor parte del día. Incluso a veces, si te portas muy muy bien, te dan alguna galleta de premio.

En definitiva, es mucho mejor ser perro que humano. Los humanos están siempre preocupados. Especialmente, por unos papeles de colores a los que llaman dinero, y que utilizan para cambiar por comida, por telas con las que se cubren el cuerpo, y en general, por todo tipo de cosas. Todo lo consiguen intercambiando eso que llaman dinero, y le dan una importancia tremenda. Cuando no tienen suficiente, se angustian. Incluso hay humanos que llegan a matar por ese tal dinero. También hay humanos que a veces, y esto es todavía más extraño, compran un papel con diferentes combinaciones de números, para tratar de conseguir todavía más dinero. Porque al parecer, el humano gana mayor prestigio ante los suyos, según tenga más cantidad de eso que llaman dinero.

No hay quien entienda a los humanos. Si tienen comida suficiente, una cama en la que dormir, y otros humanos que les den cariño, ¿por qué se preocuparán tanto?

Últimamente, hay por la calle muchas caras de humanos en grandes papeles, pegados en las paredes y sitios así. Son humanos que al parecer, quieren ser líderes de la gran manada, y creen que cuanta más gente les vea y les escuche, mejores líderes de manada serán. Se les ve día sí y día también en la TV, hablando muy alto y como enfadados. Parece ser que en el mundo de los humanos, aunque resulte extraño, el mejor líder para la manada, es el que más grita y más se enfada.

También hay humanos menos conocidos, cuyas caras no aparecen en los papeles ni en la TV, que estos días se han reunido en las plazas de diferentes pueblos, para dormir allí. También gritan y protestan, al parecer porque no les gustan los líderes que tienen. Quieren un cambio en la manada, porque consideran que la manada puede vivir mejor de lo que está ahora, y así quieren hacérselo ver a los líderes.

Pero los que pretenden liderar la gran manada, parecen no querer escuchar lo que la manada quiere. ¿Así cómo van a ser buenos líderes? No hay quien lo entienda.

Los humanos son seres extraños y complejos. Elijen a su líder mediante un complicado sistema al que llaman democracia, y que nadie entiende del todo cómo funciona, pero todos hablan en su nombre.

Si fuese un perro, el líder sería el que mejor protege a la manada, el que vela por su seguridad, el que consigue alimentar mejor a todos los miembros de la manada, y es capaz de protegerla cuando acecha el peligro.

Debe de ser complicado ser humano, si no tienes claro cómo se debe liderar una manada.

En definitiva, creo que en los tiempos que corren, se vive mucho mejor siendo un perro.

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1 comentario:

David dijo...

Muy interesantes tus reflexiones, sobre todo aquello de que algunos humanos compran unos papeles con los que pueden ganar más dinero, se te ha olvidado decir que muchos vivimos de que algunos humanos los compren, y de la ilusión de tener ese dinero, ilusión inalcanzable para unos, quimérica para otros, o algo que ni les va ni les viene para otros muchos, que viven su vida lo mejor que pueden. Yo si fuera un perro, buscaría un líder que me proporcionara paz, que me ayudara a llevar a casa comida para mi familia, y que estuviera ahí cuando se le necesite. No confío en los líderes que gritan, tampoco en los que protestan, creyendo tener soluciones inalcanzables que luego solo son sueños y deseos que nunca se van a cumplir.