viernes, 22 de octubre de 2010

LEYENDA



Cuenta la leyenda, que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.

Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:
- "¿Jugamos al escondite?"

La INTRIGA levantó la cara intrigada, y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó:
- "¿Al escondite? ¿Y cómo es eso?"
- "Es un juego- explicó la LOCURA - en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde 1 hasta un millón, mientras ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego."

El ENTUSIASMO se halló secundado por la EUFORIA. La ALEGRÍA dio tantos saltos, que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar.
La VERDAD prefirió no esconderse; ¿Para qué? si al final siempre le fallaban. La SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto, aunque en el fondo, lo que le molestaba era que la idea no había sido suya. Y la COBARDÍA, prefirió no arriesgarse.

- "Uno, dos, tres..." -comenzó a contar la LOCURA.

La primera en esconderse fue la PEREZA, que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo, había logrado subir a la copa del árbol más alto.

La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba, le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿que si un lago cristalino? ¡Es ideal para la BELLEZA! ¿que si la rendija de un árbol? ¡Perfecto para la TIMIDEZ!; ¿que si una ráfaga de viento? ¡Magnífico para la LIBERTAD!
Así que terminó por ocultarse en un rayito de sol.

El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... Eso sí, sólo para él.

La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris), y la PASIÓN y el DESEO, en el centro de los volcanes.
el OLVIDO, ¡se me olvidó donde se escondió! Pero no es lo importante.

Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado. Hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

- ¡Un millón! - contó la LOCURA, y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra. Después escuchó a la FE, discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología, y a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a la ENVIDIA, y claro, pudo deducir dónde estaba el TRIUNFO.
Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo, él solito salió desesperado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas.

De tanto caminar, sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la BELLEZA. Y con la DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca, sin decidir aún en qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos: el TALENTO entre la hierba fresca, la ANGUSTIA en una oscura cueva, la MENTIRA detrás del arco-iris (¡mentira, si ella estaba en el fondo del océano!), y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.

Tan solo el AMOR no aparecía por ningún sitio.

La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba apunto de darse por vencida, divisó un rosal con sus rosas. Tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto, un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR, y la LOCURA no sabía qué hacer para disculparse. Lloró, rogó, imploró, pidió perdón,
y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra,
EL AMOR ES CIEGO,
Y LA LOCURA SIEMPRE LE ACOMPAÑA.

sábado, 9 de octubre de 2010

EL PEREGRINO CIEGO

Hace unos años, Albert Aelia vio un reportaje sobre el Camino de Santiago en la televisión, y se prometió a sí mismo, que algún día lo recorrería. Dicho y hecho. Este norteamericano de 35 años, llegó a Compostela tras hacer la Ruta Jacobea desde Burgos, en compañía de su perro lazarillo, Zion, un precioso pastor alemán de 11 años.

Y es que Albert, sufre desde niño una enfermedad degenerativa, que le ha ido dejando sin visión progresivamente. Sin embargo, su ceguera no ha sido un impedimento para hacer realidad su sueño de ser peregrino.

"Sólo he tenido que pedir ayuda a otros caminantes. Ni yo ni mi perro conocíamos el Camino, así que necesitábamos ir con alguien que nos pudiese indicar la Ruta, porque yo no puedo ver las flechas que sirven de guía".

Así que al llegar a los albergues, preguntaba a la gente si alguien le podía ayudar, y según cuenta el propio Albert, la respuesta siempre fue positiva.

No es habitual ver a un invidente recorriendo la Ruta en solitario, así que eran muchos los peregrinos que se sorprendían al verlo con su perro.

"Me preguntaban que cómo era posible que hiciera el Camino, y yo les respondía que lo único que necesitaba era un poco más de ayuda que el resto, y no tengo ningún problema en pedirla".

Por esta razón, a la hora de hacer balance de su aventura, Albert asegura que lo mejor de la experiencia, ha sido la cantidad de gente que ha conocido. A pesar de que en tres albergues, tuvo problemas para que su perro pudiese entrar.

"En dos albergues tuvo que venir la Policía, porque no me querían dejar quedarme con Zion. De todas formas, creo que son casos excepcionales, ya que en España, la gente es muy comprensiva con nosotros, hay otros países en los que la situación es mucho peor".

A diferencia de la mayoría de peregrinos, este joven, nacido en Boston, no ha tenido ningún tipo de lesión, ni tan siquiera las temibles ampollas, que son la cruz de todos los caminantes. En este caso, ha sido el pobre Zion el que se ha llevado la peor parte.

"A los pocos días de empezar el recorrido, le tuve que poner unos calcetines al perro, porque sus pezuñas se resentían. Creo que le ha costado más a él que a mí", aseguraba Albert.

De hecho, andaban una media de entre 20 o 25 kilómetros cada jornada, para que el animal pudiera recuperarse y descansar.

Albert y su perro, son todo un ejemplo de superación personal, y nos demuestran, que para alcanzar nuestras metas, tan solo hay que ponerse en marcha.

lunes, 4 de octubre de 2010

EL VÍNCULO

Ya sé que siempre cuento anécdotas que me pasan en el autobús, pero en serio, es que me pasan una cantidad de cosas de lo más curiosas cuando uso este medio de transporte.

Me encanta, porque desde que tengo a Brilyn, la gente no se corta en hablar conmigo, y lo de los perros, es una manera de lo más sencilla para entablar conversación, o incluso para hacer amigos.

La mayoría de la gente suele empezar diciéndome: "Vaya perro más bonito", o: "Menuda cara de bueno que tiene". Los que menos, a veces preguntan: "¿Se le puede tocar?". En las pocas ocasiones que esto ocurre, me pongo de lo más contenta. Mira que le cuesta entender a la gente que un perro guía va trabajando, y que no se le debe tocar, o al menos, no sin pedirle permiso antes al dueño. Yo a esa gente que me pregunta si puede tocar a Brilyn, ya solo por simpatía, porque me parece un gran acierto que lo hayan preguntado, suelo dejarles acariciarla.

EL otro día en el bus, hubo una de esas situaciones. Una chica empezó por preguntarme si podía tocar a Brilyn, que tenía cara de buena, y al final, terminó preguntándome cómo eligen el perro que le van a dar a cada persona, qué requisitos te piden para poder tener un perro guía, y si se crea un vínculo especial entre el perro y su dueño. Casi sin darnos cuenta, la conversación se volvió de lo más profunda, con preguntas que nunca me había hecho nadie antes.

¿Qué requisitos te piden para poder solicitar un perro guía?

En nuestro país, cuando solicitas el perro, la Fundación ONCE del Perro Guía te envía unos informes, que debes rellenar en tu centro de la ONCE.
Por un lado, hay un informe psicológico, donde se refleja cómo es tu vida diaria, el entorno donde vives, las personas con las que el perro va a convivir, si eres una persona tranquila, nerviosa, etc.
Hay otro informe de movilidad, donde se estudia tu manera de caminar, tu velocidad al andar, si utilizas mucho el bus, el metro, si viajas a menudo en tren, en avión, etc.
Por último, un informe médico donde se especifica tu diagnóstico y el tipo de ceguera.

Además de todo esto, hay que enviar un vídeo de unos 10 minutos, donde muestres tu casa, el entorno donde vives, por dónde te mueves a diario, y donde expliques porqué quieres tener un perro guía.

Con todos estos datos, ellos deciden qué perro te conviene más. Porque, no necesita el mismo tipo de perro una persona que vive en ciudades como Madrid o Barcelona, que alguien que vive en Valladolid, o alguien que vive en Valdearcos de la Vega, por ejemplo. También depende de tu estilo de vida, o tu profesión. Si vas a usar el perro para viajar mucho, o va a estar todo el día en una oficina.

Todos esos detalles los tienen en cuenta antes de asignarnos un perro. Pero una vez que te dan a tu perro... Eso sí que es especial.

Yo nunca había tenido perro antes de Brilyn, y cuando oía a la gente decir que se les quiere como a un miembro de la familia, no lo comprendía del todo. Ahora, que tengo a Brilyn, ¡que nadie me quite a mi perra!

Me paro a pensar que hace un año ni siquiera estaba en mi vida, no la conocía, y me sorprende lo rápido que me he acostumbrado a vivir con ella. Se ha convertido en parte de mí. Va conmigo a todas partes, entra conmigo allá donde voy, está conmigo las 24 horas del día.

¿Que si se crea un vínculo especial entre el perro y el dueño?
Ni siquiera creo que tenga que responder a esa pregunta. No podría, aunque quisiera, explicar lo que siento cuando cojo el arnés y la correa, y siento a Brilyn venir corriendo, loca de contenta porque vamos a salir, porque sabe que va a trabajar y le encanta. O lo que siento cuando Brilyn me cruza al otro lado de la calle, o cuando se para el autobús, y ella busca mi mano con el hocico, como para preguntarme si nos toca bajarnos ya.

¿Un vínculo especial? Tal vez. YO solo sé, que sin Brilyn, estaría de nuevo a oscuras.